12.8.06

_Cayeron al partirse su andamio / Obreros volaron por dos metros y medio











Fotografías: Cristian Chandía R.
Texto: Diario Crónica
Un trabajador de Tomé, otro de Penco y un tercero de Lirquén fueron rescatados de entre el barro por dos compañías de bomberos, luego que la estructura de madera en que trabajaban se derrumbara.
Con fracturas en sus tobillos y esguince en los brazos terminaron dos de los tres obreros de la empresa Luis Estrada Recabarren, que ayer cayeron desde una altura superior a los dos metros. Esto, luego que la tarima de madera en la que trabajaban cediera, arrojándolos en un pozo de barro, de donde fueron rescatados por Bomberos de Lirquén y Penco.
Las dos compañías llegaron a eso de las 12.20 horas de ayer hasta la esquina de las calles Los Nogales con Balmaceda, en el cerro Vista Hermosa de Lirquén para rescatar a Cristián González, Nelson Cartes y Gerardo Torres. Allí los obreros finalizaban las obras de un muro de contención y desarmaban el puente que terminó quebrándose en dos de sus sustentos.
“Fue un accidente y nosotros tampoco nos fijamos en que los palos se rompían”, dijo Torres, quien salvó con apenas unos hematomas en la espalda.
Torres cayó de pie y su columna terminó resentida.
Sobre él recibió el impacto de sus otros dos camaradas que salieron más perjudicados. Personal del Samu se hizo presente también en el lugar, aunque los trabajadores fueron trasladados finalmente a la Mutual de Seguridad de Concepción. Luego de constatar que se encontraban en condiciones de volver a sus hogares fueron dados de alta con recomendación de descanso.
Responsabilidades
Al momento del accidente los obreros no contaban con arnés ni protecciones que los sostuvieran. Sin embargo el mismo Torres quitó importancia a esto, asegurando que “fue un descuido de nuestra parte también”. En la firma que trabaja para Chile Barrio, el constructor civil Richard Escalona, aseguró que “no era posible anticipar la situación” y aseguró que prevencionistas de riesgos habían diseñado la estructura, que terminó en el barro.
Han sido días malos
La esposa de Torres, María Flores, pasó el susto de su vida ayer. Estaba trabajando como asesora del hogar en Concepción cuando se enteró del accidente. “Me vine tan rápido como pude. Me llamaron al trabajo y me asusté mucho, pensé que le había pasado algo más grave”, comentó la mujer desde su casa ubicada a sólo unos metros de la obra en Vista Hermosa.
Y es que para ellos los últimos días no han sido sencillos, pues con los temporales han vivido la angustia de ver como el cerro se viene abajo en constantes derrumbes que tienen en tensión a varias familias más.
Ella, su esposo y sus hijos de 13, 17 y 24 años no hallan las horas que les entreguen la nueva casa que tendrán desde diciembre en Cosmito. “Estamos aburridos acá, llevamos años en este lugar y siempre pasamos por lo mismo”, dijo sobre los crudos inviernos.